Mecina Bombarón conserva la antigua caja de caudales del consistorio
Con el paso de los años las cajas fuertes se convirtieron en una cuenta bancaria y las llaves en las firmas necesarias para operar con el dinero municipal
En la Casa Consistorial del municipio de Alpujarra de la Sierra, formado desde 1973 por los pueblos de Mecina Bombarón, Yegen, El Golco y la aldea de Montenegro, se conserva una enorme y pesada caja fuerte de caudales con varios siglos de existencia que operó en este lugar hasta hace varias décadas.
Antiguamente el dinero del Ayuntamiento de Mecina Bombarón no se guardaba en cuenta bancaria, porque no había sucursales en el pueblo, por lo que se tenía en una caja fuerte de caudales, de la que solo tenían llaves el alcalde, el tesorero y el interventor. Hace siglos los ayuntamientos de España poseían arcones de metal y cajas de caudales para guardar el dinero. Con el paso de los años las cajas fuertes de los ayuntamientos se convirtieron en una cuenta bancaria y las llaves en las firmas necesarias para operar con el dinero municipal.
“Para abrir la caja de caudales del Ayuntamiento de Mecina Bombarón, de madera forrada de hierro, tenían que hacerlo tres claveros: el alcalde, el interventor y el depositario que ahora se llama tesorero. Hasta los años setenta del pasado siglo se utilizó la caja de caudales del Ayuntamiento de Mecina Bombarón y como forma parte de la historia y del pasado del municipio se optó por conservarla. Probablemente en los ayuntamientos de la provincia de Granada queden pocas cajas de caudales porque con el tiempo fueron desapareciendo”, explicó el veterano secretario del Ayuntamiento de Alpujarra de la Sierra, José Vicente Oliver.
Desde hace varias legislaturas el alcalde del municipio de Alpujarra de la Sierra es el médico José Antonio Gómez; el secretario e interventor desde 1985 es José Vicente Oliver, y el tesorero Gabriel Requena que entró a trabajar de auxiliar administrativo en 1983. Hace siglos las familias más pudientes de la Alpujarra y otras zonas poseían cajas fuertes, arcas y arcones para guardar el dinero, los documentos y las joyas, principalmente. Otras entidades y estamentos también contaban con cajas de caudales. Las gentes menos ricas guardaban el dinero metidos en pellejos, debajo de una loseta, en el colchón de la cama, en el fondo de una alacena en un envase de barro, etcétera. Eran otros tiempos.
Fuente ideal.es
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