Juan Mingorance escribe un libro sobre Mecina Bombarón
Esta personalidad, residente en Andorra, y con residencia en su terruño, cuando joven guardó cabras y vacas en la sierra y después, con mucho esfuerzo y sacrificio, llegó a ser, entre otras cosas, catedrático de Filosofía
Derroche de sabiduría y amor a la naturaleza y a sus semejantes. Un ilustre alpujarreño residente en Andorra y cuando puede en Mecina Bombarón, Juan Mingorance Pérez, que posee la Encomienda al Mérito Civil otorgada en 2015 por el Rey Felipe VI, ha escrito una estupenda novela titulada ‘Nadima los Senderos del Amor’, dedicada a su padres, Miguel y Trinidad y a sus hijos Sergio y Canólic. La obra, de 265 páginas, que narra vivencias en otros tiempos y algunas cacicadas, será presentada al público próximamente en Mecina Bombarón con la presencia de su autor y del alcalde de Alpujarra de la Sierra, José Antonio Gómez, y otras personas.
El entrañable, admirable y hombre de bien, Juan Mingorance, nació en Mecina Bombarón el 12 de abril de 1944, y tiene un hermano, Miguel, y tres hermanas, Trinidad, Remedios y Marisol. Juan muy pronto comenzó a trabajar en el campo de sol a sol. Eran tiempos difíciles. Los ricos pasaban buena vida y los pobres las pasaban canutas. Juan, a los 16 años no sabía mucho de letras. Solo las cuatro reglas que le enseñó su progenitor, un buen hombre sin doblez que le gustaba cultivarse y aprender mucho.
Juan Mingorance tuvo la suerte de conocer a un sacerdote, Juan Medina, con mucho sentido a la musicalidad y lo cautivó. Mingorance aprendió mucho con este cura. Juan Medina envío a Juan Mingorance al Seminario Menor de Granada, en la Placeta de Gracia, para que estudiara y allí estuvo ocho años. Después estuvo dos años en el Seminario Mayor. Luego marchó a Madrid para estudiar Filosofía en el célebre Colegio Mayor San Pablo. Juan Mingorance es catedrático de Filosofía de Instituto, con una tesis doctoral sobre Michel Foucault (filósofo, historiador, sociólogo y psicólogo francés) ‘La pasión por encontrar una nueva forma de pensar’.También ha escrito varios libros. Uno de ellos sobre el amor y libertad, un libro muy académico y muy difícil porque fundamenta el amor en un sentimiento metafísico. Juan ha sido director de un Instituto de Andorra. También puso en marcha un centro de la UNET en Seo de Urgel y fue su director durante 31 años. Juan Mingorance se considera un hombre muy feliz y con mucha suerte en su vida. Su salud y su manera de ser son envidiables.
Juan Mingorance contrajo matrimonio con una andorrana, a la que quiere mucho y adora, y tiene un hijo que es dentista y posee una clínica y una hija que es magistrada, una mujer muy conocida en Andorra porque ha llevado casos muy complicados y ha aparecido inclusos en la prensa norteamericana. Ella tiene responsabilidades muy serias. Juan tiene dos nietos y una nieta y pronto será nuevamente abuelo. De vez en cuando Juan deja Andorra y se acerca a su terruño para estar con sus gentes y realizar senderismo.
«La gente ahora la encuentro de otra manera en mi pueblo. Todo cambia. Aprecio ahora que muchas personas viven pendientes, a mi entender, del terruño y del dinero y de todo esto y creo que hay cosas muy importantes en la vida que no son esas cosas. El fastidiar para ganar más no me parece bien en ninguna parte. Pero bueno, eso son algunos. Yo paso de esto y lo que intento es buscar la bondad de los seres humanos. Hay mucha bondad, por ejemplo en pueblos como Mecina Bombarón. Me gusta sobre todo recordar mi niñez dura pero no tengo malos recuerdos de ella. Yo digo que no cambio mi niñez por la de mis hijos. Creo que la mía fue mejor, porque la mía fue en contacto con la naturaleza. Y el contacto con la naturaleza es muy importante porque luego cuando estudias te sirve mucho», ha manifestado Juan Mingorance en compañía de su amigo el médico y alcalde de Alpujarra de la Sierra, José Antonio Gómez, y de su primo, Francisco Mingorance, empleado del Ayuntamiento.
En 2015 el embajador de España en Andorra le solicitó al actual Rey de España, Felipe VI, la Encomienda al Mérito Civil para Juan Mingorance y este se la concedió por sus méritos y actividad como profesor. Para Juan Mingorance ha sido un orgullo que «un hijo de Mecina Bombarón, de La Alpujarra, habiendo pasado toda su niñez en la montaña guardando cabras y vacas, le concedieran la Medalla al Mérito Civil nada más y nada menos que por el Rey de España. La verdad es que hasta ahora la suerte me acompaña. Yo pretendo servir a los demás, ser honesto y fomentar la cultura y el amor sin distinciones», terminó diciendo el ilustre y campechano alpujarreño Juan Mingorance.
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